La historia de "Super Mamika", al igual que la de la mayoría de los superhéroes, también lleva consigo una transformación. Hace unos años el fotógrafo francés Sacha Goldberger descubrió que su abuela Frederika, de 91 años, se sentía sola y deprimida, por lo que para animarla dedicidió hacerla una "book" fotográfico
Aparentemente si es medio super, que salvó a algunas personas escondiéndolas de los Nazis en la 2da guerra. Está bonita la historia, porque supuestamente le hicieron su página de Myspace y empezó a recibir comentarios inspiradores de "Oh, quisiera que fueras mi abuelita! ", y supongo que a los 90 años, se siente chido servir de inspiración para miles de desconocidos en internets.
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